En 1994, Roberto Bautista y su esposa fundan una tortillería en Huichapan, Hidalgo, con la idea de ofrecer tortillas de calidad a la comunidad local.
El éxito de la venta de tortillas lleva a la creación de tostadas, que rápidamente se popularizan, primero de forma manual, luego con un proceso más eficiente en 2008.
Tío Beto amplía su mercado en Hidalgo, Querétaro y otros estados, y en 2014 se convierte en una marca comercial oficial con presencia en varias regiones del país.
La marca se distingue por su proceso natural, sin conservadores artificiales, y un enfoque en la salud de los consumidores, además de contar con certificación Kosher.
Hoy en día, Tío Beto es una empresa exitosa con más de 80 empleados y continúa su expansión para llevar productos de alta calidad a toda México, siendo una empresa familiar, mexicana y orgullosamente Huichapense.